El
pasado 22 de octubre, en el Centro Cultural de la República El
Cabildo, fue presentada la acusación cívica de la Plataforma de
Organizaciones Sociales por la Democracia en el marco del Juicio
Ético al Parlamento.
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La abogada Milena Pereira, durante la exposición de la pesquisa ante el Tribunal Ético por la Democracia (http://juicioeticoalparlamento.com/) |
La
lectura del escrito conclusivo del equipo investigador estuvo a cargo
de la Abog. Milena Pereira, quien realizó la pesquisa junto con la
Abog. Mirta Moragas y el Econ. Luis Rojas. En el alegato se enumeran
las causales de la acusación cívica contra el Congreso, entre las
que citó las “acciones violatorias de la Constitución Nacional
que imposibilitan la vigencia de un Estado social de derecho, sanción
de leyes contrarias al interés general que impiden el desarrollo
nacional para favorecer a sectores económicos a los cuales se
representa y responde en exclusividad, por la grave responsabilidad
institucional dada su política activa de aislamiento del país y
debilitamiento de los principales procesos de integración regional”.
Asimismo,
en los puntos subsiguientes se señala “la degradación de la
honorabilidad del Congreso de la Nación, por conductas
discriminatorias y de defensa de intereses ilegales, por la
autoasignación de privilegios, por las evidencias de comisión de
hechos de corrupción en el ejercicio del cargo, la utilización de
fueros como blindaje corporativo para la impunidad de parlamentarios
ante el requerimiento judicial por la comisión presunta de delitos,
por el uso despótico de instrumentos de control a otras
instituciones estatales, premiando la subordinación de sus titulares
a las mayorías parlamentarias y sus financistas, extorsionado a
funcionarios que aplican medidas orientadas al cumplimiento de la
ley, por los retrocesos e impactos políticos y sociales para el
Paraguay como consecuencia de la destitución arbitraria y
antijurídica del presidente electo constitucionalmente”.
A
renglón seguido la fiscala pasó a enumerar algunos de los hechos
hallados durante la pesquisa, como la utilización despótica del
instrumento de control más importante del que dispone, el juicio
político, a los efectos de amedrentar a la Contraloría General de
la República por pedir informes a un intendente por los
comprometedores indicios de malversación de fondos en su gestión;
el nombramiento a discreción de funcionarios y la no remisión de
informes obligatorios a la Secretaría de la Función Pública; el
manejo con criterios cupulares partidistas de los órganos
específicos de control creados constitucionalmente: Consejo de la
Magistratura, Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Defensoría
del Pueblo, Ministerio Público, etc.
Uso
perverso de recursos públicos
Seguidamente,
la jurista aludió a la partidización del Tribunal Superior de
Justicia Electoral (TSJE) que, pese a reiterados pedidos, nunca ha
enviado a las autoridades competentes su listado de personas
contratadas y que ejerce un uso perverso de los recursos públicos
con la connivencia y autorización del Congreso nacional. Esta
perversidad se trasluce nítidamente apenas se hurga entre los
números del presupuesto. El monto asignado en 2011 para al TSJE fue
de G. 539.000 millones, y que llegaría a unos G. 589.000 millones
para este año. En contrapartida, se recortó el pedido del MSPyBS en
el Programa de Unidades de Salud de la Familia, que apuntaba a
garantizar el acceso a la salud de miles de personas actualmente
privadas de tal derecho.
El
Legislativo “sostiene en sus cargos a una Corte Suprema de Justicia
y, como consecuencia, un Poder Judicial, sin control
administrativo-presupuestario de gastos por la Contraloría General
de la República, un parlamento que ha sesionado sin quórum,
aprobando leyes y rechazando vetos, todos estos actos nulos por
llevarse a cabo sin las mayorías constitucionales requeridas”,
agrega la acusación.
“Un
Congreso que consagra un sistema impositivo tan inequitativo que los
trabajadores/as independientes de cualquier oficio deben pagar 10%
sobre sus ingresos, mientras, el sector de mayores ganancias y
enriquecimiento en las últimas décadas, el agroexportador,
prácticamente no paga impuestos, aportando solo el 2,25% del total
recaudado por el fisco (0,25% por el impuesto a la renta de las
actividades agropecuarias Imagro y 2% por el IVA)”, reza otra parte
del escrito.
Evasión
y tierras malhabidas
Como
ejemplo del uso del cargo para delinquir se cuentan los casos de un
presidente del Senado, Óscar González Daher (2010), evadiendo
impuestos a través de la falsificación de documentos, ostentando un
grosero tráfico de influencias; un diputado usurpando unas 1.600
hectáreas de tierras de la reforma agraria en Antebi Cue y
valiéndose de su cargo para intentar blanquear tal situación, como
es el caso del diputado Magdaleno Silva, con la consecuente
responsabilidad de todo el Congreso por asentir la comisión de
hechos de esa índole.
El
largo prontuario de malos manejos que arrastra el Parlamento se
corona con que, en uno de los puntos de su acusación contra el
presidente Lugo, señala como una de las causales la invasión de
propiedad privada, cuando que las tierras de Marina Cue pertenecen al
Estado y están en litigio por la usurpación de una empresa privada,
evidenciando de tal manera que el Congreso lesiona su deber de
proteger los bienes públicos actuando en defensa de intereses
particulares.
Hacia
el final de su presentación, Pereira resaltó la paradoja de que el
Parlamento, a pesar de ser un poder despótico que concentra y toma a
discreción las decisiones que atañen al rumbo del país, es una
institución sumamente debilitada que carece de la confianza de la
mayor parte de la población y que teme a la ciudadanía, por lo que
destituyó en apenas dos días a nada menos que al presidente en un
proceso totalmente violatorio de las garantías constitucionales.
Luego
de darse por concluida la enumeración de la profusa evidencia sobre
mal desempeño de funciones en que incurrió el Parlamento, el
Tribunal Ético por la Democracia –presidido por el Dr. Luis
Lezcano Claude e integrado por la Dra. Margarita Durán, el Dr.
Ignacio Telesca, la Abog. Line Bareiro, el Abog. Dionisio Gauto y el
investigador Bartomeu Melià (ausente en la ocasión)– procedió a
hacer lugar a la acusación fijándose como fecha del juicio oral y
público el próximo 22 de noviembre en la Plaza de la Democracia.
Finalmente,
como parte de una ciudadanía que aspira a la plena vigencia de una
democracia no meramente formal, sino una en la que los derechos sean
efectivos y los representantes electos se sometan al control y a la
voluntad popular; por un Legislativo que actúe como tal, y no como
un cártel en el que el único código vigente es el recíproco
encubrimiento ante cualquier intento de investigar los delitos; por
un Parlamento que represente la pluralidad de intereses en juego y
que no sea una trinchera de negocios espurios, del tráfico, el
crimen y la prebenda. Por todo ello, y sin duda por mucho más, nos
atrevemos a afirmar que el veredicto de gran parte de la sociedad
será unánime: “Por la condena”.
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