Desfile de los paraguayos en Nueva Yersey en conmemoración del Bicentenario en 2011. |
El
anuncio del presidente de EE.UU., Barack Obama, de que en su segundo
mandato impulsaría finalmente una reforma migratoria integral ha
venido a corroborar la progresiva presencia que ha ganado la
comunidad latina en ese país. Luego de los últimos comicios, en los
que Obama fue reelecto con el 71% del voto latino a su favor, los
republicanos han empezado a pensar en estrategias para atraer a ese
esquivo electorado, entre las que se cuenta el apoyo a un cambio en
la política migratoria.
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Rodrigo Zelada, miembro de la organización "Paraguayos Migrantes en Nueva Jersey" |
En
esta entrevista vía e-mail con Rodrigo Zelada, de la organización "Paraguayos Migrantes en Nueva Jersey",
nos cuenta que la comunidad paraguaya en Norteamérica, y la latina
en general, recibe con buenos augurios la señal del Mandatario
estadounidense, quien ha expresado que una mayor apertura del país y
la formalización del estatus migratorio de los residentes sin
papeles puede dinamizar la economía en un momento en que la
recuperación de la crisis se está demorando más de lo previsto.
–¿Cómo recibe la
comunidad paraguaya el anuncio del presidente Barack Obama de que en
este segundo mandato impulsará una reforma migratoria integral?
–La comunidad
paraguaya, y la migrante en general, espera que esta promesa se
cumpla no solo porque es una necesidad, sino que los migrantes
hicieron su trabajo. En tiempos de la administración de George W.
Bush se llevó a votación un proyecto de reforma migratoria. En esa
ocasión, a pesar de las multitudinarias movilizaciones, el proyecto
fue rechazado. Esto llevó a que las organizaciones reflexionaran
sobre su estrategia y se llegó a la conclusión de que no solo era
necesario movilizarse, sino tener poder político. Entonces se
comenzó una campaña para instar a los residentes legales a hacerse
ciudadanos, que se inscriban y luego participen en las elecciones.
La estrategia tuvo sus
frutos. Los hispanos habilitados para votar llega a una
cifra de dos dígitos: cerca del 12% del electorado total en el 2012,
comparado con alrededor de 9,5% en 2008. Como lo señaló Luis
Heredia, director ejecutivo del partido Demócrata en Arizona: “En
los últimos años, hemos visto un incremento en la organización de
los latinos y creo que ha sido una respuesta a las políticas que
promueven los republicanos. Nos hemos dado cuenta de que no basta
solo con el enojo, hay que pasar a la acción”.
De esta cantidad de
inscriptos es importante destacar que estos salieron a votar y más
del 70% votaron por Barack Obama, siendo decisivos en estados claves
como Arizona, Colorado y Nevada. En este último con un
crecimiento impactante del 117%.
–¿En qué hechos se
traduce esta gravitancia que está adquiriendo la comunidad latina?
–En las votaciones del
2012 los latinos han hecho llegar sus reclamos y mostrado su
peso político. Actualmente los demócratas están más unidos
apoyando la reforma y tenemos al Partido Republicano a la defensiva
en el tema migratorio. Esto a tal punto de que Carlos Gutiérrez,
exsecretario de Comercio de la era Bush, dijo que “debemos cambiar
nuestra política hacia los latinos si no queremos seguir perdiendo
elecciones”. Y hasta surgen figuras latinas importantes en el
Partido Republicano, como el senador Marco Rubio, señalado como un
presidenciable dentro de las filas republicanas, distanciado del
discurso antiinmigrante que caracterizó a estos en las últimas
elecciones. Otro ejemplo del poder latino es la presencia de la jueza
de origen hispano Sonia Sotomayor como una de las integrantes
de la Corte Suprema de Justicia, que logró que en los escritos
de esta máxima instancia judicial se dejara de referir a los
migrantes en situación irregular como “ilegales” y sea
sustituido el término por “indocumentado” haciéndose eco de una
de las consignas del movimiento de migrantes: “Ningún ser humano
es ilegal”.
–Partiendo de lo que
se anunció hasta ahora sobre las características del proyecto, como
que los inmigrantes indocumentados puedan
convertirse en residentes permanentes en ocho años, qué
virtudes y deficiencias se observa en el plan.
–Un hecho digno de
destacar es que el nuevo proyecto de reforma migratoria es una
iniciativa bipartidista (Republicana y Demócrata), cuenta con el
decidido impulso del presidente Barack Obama, el apoyo de grupos
evangélicos y católicos, de grupos empresariales y particularmente
la aprobación de una gran mayoría de la población americana que
piensa que es hora de solucionar la situación de cerca de 11.000.000
de personas que viven en situación migratoria irregular.
Lo preocupante es que
para adquirir la residencia permanente se tardaría entre 8 a 10
años, de acuerdo a las diferentes posturas, lo cual significaría
que para ser elegibles para la ciudadanía se tardaría
aproximadamente 15 años.
Pero todo depende de las
movilizaciones, las negociaciones y llamadas a los representantes
parlamentarios. En esto las organizaciones migrantes y sus aliados,
entre ellas las poderosas cadenas televisivas latinas (Univision y
Telemundo), estarán jugando un papel importantísimo para lograr la
reforma migratoria, que mejorará el nivel de vida de millones de
personas y también estará dando un gran impulso comercial a la
economía de los EE.UU.
–Con vistas a
las próximas elecciones generales cómo están las condiciones para
que el voto de los paraguayos en el exterior se haga efectivo.
–Para hacer efectivo
el derecho conquistado gracias al referéndum del 9 de octubre del
2011, se debe hacer que la inscripción y votación se pueda realizar
por internet, ya que los paraguayos se hallan dispersos a lo largo de
los 50 estados de la Unión Americana. El sistema de inscripción es
caro, deficiente y altamente discriminatorio, pues excluye a
muchísimos ciudadanos paraguayos de ejercer este derecho. Pero
tropezamos con los intereses corporativos del Tribunal Superior de
Justicia Electoral y de los partidos políticos tradicionales, que
encontraron en el derecho al voto en el exterior un recurso para
realizar costosas vacaciones a los EE.UU., España o la Argentina a
costa del Estado paraguayo.
Uno de los colectivos con
mayor tasa de crecimiento
Cada 10 años se realizan
en EE.UU. censos nacionales de población muy útiles para definir
políticas públicas. En mayo de 2011, la Oficina del Censo de los
EE.UU. publicó los resultados de la medición de la población en la
Unión Americana informando que los paraguayos suman 20.023. Los
hispanos en general han señalado un ascenso en su demografía.
Entre este colectivo,
Paraguay está entre los que han crecido más del doble: 128,3% con
respecto al Censo del 2000. En esa ocasión los paraguayos
censados eran 8.769, es decir, hay 11.254 compatriotas más según
este documento.
Zelada relata que muchos
paraguayos no participaron del censo 2010, debido al temor de que
estas informaciones sean usadas por el Servicio de Inmigración, cosa
que, según señaló, es improbable, ya que por ley estas no pueden
ser usadas para perseguir.
El número de
compatriotas que no fueron censados fue significativo, pero de
ninguna manera la población paraguaya en el país del Norte se
aproxima a los 50.000, tal como sostienen algunas estimaciones
extraoficiales.
Haciendo un promedio
entre los datos del censo y los cálculos demográficos más
inflados, los paraguayos en EE.UU. sumarían unos 30.000. De esta
cantidad tal vez algo más de la mitad se encuentren en situación
migratoria irregular.
Por ello, una eventual reforma migratoria abriría una vía para que los paraguayos sin papeles puedan formalizar su situación en el país y acceder a mejores condiciones laborales y sociales que las que ofrece el mercado no registrado.
Por ello, una eventual reforma migratoria abriría una vía para que los paraguayos sin papeles puedan formalizar su situación en el país y acceder a mejores condiciones laborales y sociales que las que ofrece el mercado no registrado.
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