Mi experiencia en la isla relatada en primera persona; un recuento sobre algunos aspectos de la realidad cubana y las protestas que tuvieron lugar en los últimos días.
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Escenas inusitadas
se vieron en San Antonio de los Baños, desde donde las protestas se replicaron
en otras zonas de La Habana. Foto: Diario las Américas.
A simple vista he
notado que domina el porte de personas bien nutridas y sanas. Yo solo lo pensé,
pero Marta, una amiga costarricense que hice en el viaje, hizo un comentario
más o menos en el mismo sentido. Al charlar con la media de los cubanos, ya sea
trabajadores de los hoteles, hospedajes, taxistas, conductores de “limusinas
cubanas” (bicicletas con habitáculos traseros para los pasajeros), manifestaban
casi unánimemente que deseaban procurarse sus propios ingresos y disminuir la
dependencia de los sistemas de proveeduría del Estado. Tampoco es una gran
novedad que al común de la gente no le alcance la plata para vivir como quisiera y darse unos
gustos.
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Las “limusinas
cubanas” son un buen punto de partida para sondear el ambiente. Foto: Havana Times
Cuba, como cualquier otro país latinoamericano, adolece de la falta de cuadros técnicos en ingeniería y áreas tecnológicas afines que apuntalen el crecimiento económico. Como bien lo señaló uno de los propios ponentes del seminario al que asistí (aunque dije que no hablaría de mi segundo viaje), a pesar de que Cuba tiene uno de los más altos niveles de egresados en ingeniería informática, esto no se ha traducido en un mayor desarrollo del país.
No obstante, el
Paraguay puede aprender mucho de sus muy eficientes programas de turismo
cultural que atraen a viajeros de todo el mundo a través de cursos de filosofía,
cine, literatura, música, etc. Así, basa su diplomacia cultural en tres premisas fundamentales: el fin del bloqueo, la devolución de la bahía de Guantánamo
y una tercera reivindicación que ya fue lograda: la libertad de los cinco agentes
de inteligencia cubanos presos en Estados Unidos y que fueron liberados durante
el deshielo de las relaciones entre ambos países.
En mi caso participé en un taller de técnicas narrativas realizado en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí con los
escritores Eduardo Heras de León y Francisco López Sacha, el primero de ellos
excombatiente de Playa Girón. El curso, más la estadía de seis días y la
alimentación, tenía un costo de 310 pesos convertibles cubanos (CUC).
Esta moneda se cambia
uno a uno con el euro, no así con el dólar, que tiene nominalmente el mismo
valor, pero está sujeto a un impuesto del 10%. Para empezar, nunca lleve
dólares. También debía aprender a manejarse con el peso cubano (CUP), que tiene
una relación de 25 a 1 con el CUC. Este sistema rigió desde 1994 hasta enero de este 2021, cuando se eliminó la doble moneda.
El monstruo
Al abordar un taxi, se
debe aguardar que los tres lugares del asiento trasero se ocupen.
-Cuando llenemos el
taxi, salimos –dice el chofer luego de advertir que yo miro por todos lados
como preguntándome qué esperábamos. Los taxis hacen un trayecto más o menos
fijo como los buses. Si no van exactamente donde querés ir, uno debe abordar
otro para llegar a su destino.
Le indico al conductor
el lugar adonde me dirijo.
-A Mar Azul, por favor.
Una niña de cabello
ensortijado sentada en el regazo de su madre en el asiento de al lado me interrogó
rápidamente.
-¿Por qué usted habla
otro idioma? –dijo inquisitiva.
-No es otro idioma, es
el mismo que el tuyo, pero vivo en otro país.
-Y cómo va a salir y
dejar a su mamá –me cuestionó.
-¿En su país también
hay gente maleducada? –añadió antes de que pudiera contestar a su primera
pregunta.
-Es que en mi país no
hay mar y siempre quise conocer. Sí, también hay mucha gente maleducada –respondí.
-Ahhh, si no hay mar, entonces
no quiero ir a su país –dijo tranquilizada. Me ofreció un caramelo y se aprestó
a seguir hablando.
-¿Usted sabe que
nosotros peleamos contra un monstruo que quiere comernos y que vive al otro
lado del mar? –preguntó.
-Ahh, ¿en serio? –dije
haciendo un gesto de gravedad con la alarma que requería una amenaza de este
tipo.
Su madre lanza una
discreta risotada y le dice que ya ha hablado suficiente, que ya basta. Ella
asintió obedientemente y no volvió a emitir palabra alguna hasta despedirse. Al
llegar a la playa, compro una botella de ron y enciendo un habano.
El escenario
pandémico
Claramente Cuba no es
ajena a las tremendas dificultades económicas que está causando la pandemia a
nivel mundial, a lo cual se suma el endurecimiento de las medidas del embargo
norteamericano dictadas por la administración Trump tras la política de
acercamiento de Barack Obama. Voceros de la cancillería cubana indican que la
administración Biden no ha levantado ninguna de las 240 sanciones impuestas por
su antecesor tras un informe en el que declara a Cuba como una dictadura que
viola sistemáticamente los derechos humanos.
A las dificultades del
embargo, se suman los problemas estructurales de la producción centralizada
dirigida por el Estado, que fueron agravados por la caída del turismo a raíz de
la pandemia, un sector con una incidencia del 10 por ciento del producto
interno bruto.
Los portales
internacionales hablan de que en Cuba están teniendo lugar actualmente las
mayores manifestaciones en 60 años bajo el grito de “libertad” y “abajo la
dictadura”. Las principales exigencias son alimentos, vacunas y el fin de los
apagones. Ya se ha registrado una víctima mortal, así como heridos, detenidos y
un fotógrafo de la AP agredido por agentes. También se denunció la interrupción
del servicio de internet móvil.
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El corresponsal de AP en La Habana, el español Ramón Espinosa, fue atacado por agentes durante las protestas. Foto: Adalberto Roque (AFP) |
Grito de guerra
“La orden de combate
está dada: a la calle los revolucionarios”, fue la respuesta del presidente
cubano, Miguel Díaz-Canel, ante las protestas instando a los defensores de la
revolución a salir a enfrentar a los “gusanos y mercenarios”. Acusó a su vez al
gobierno de los Estados Unidos de estar detrás de los disturbios.
El récord diario de
3.519 infecciones hizo estallar escenas inusitadas como vehículos volcados,
cuando lo que comúnmente estábamos habituados a ver era a unas viejitas de
blanco que lanzaban consignas contra el régimen luego de la misa de los domingos.
En este apremiante contexto sanitario se está aguardando la aprobación de la vacuna Soberana 02, que según se ha reportado tiene un 91.5% de eficacia. Hasta ahora se ha celebrado un contrato de transferencia tecnológica entre el Instituto de Vacunas Finlay de Cuba y el Instituto Pasteur de Irán para la producción de la Soberana 02 en el país islámico luego de la fase tres de pruebas clínicas. Tras las primeras pruebas, desde el instituto iraní se ha anunciado que se ha detectado un 100 por ciento de efectividad para los peores casos de covid-19. El gobierno mexicano también ha manifestado interés en participar del proceso de elaboración de los inmunizantes.
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“A la calle los revolucionarios”,
fue el grito de guerra que lanzó Miguel Díaz-Canel convocando a los defensores de la revolución. Foto: Eliana
Aponte (AP)
Consultado por un medio
de prensa local sobre la situación que se vive en la isla, el embajador
paraguayo en Cuba, Bernardino Cano Radil, con la natural reserva de quien
ejerce un cargo diplomático, habló de que existe una guerra informativa asegurando
que, a pesar de la profunda crisis económica, las protestas han sido
sobredimensionadas en las redes sociales y que el movimiento en las calles fue mucho
menor al presentado en los medios internacionales. Esto último va en cierta
consonancia con la campaña denunciada por el gobierno sobre fotografías de
marchas de adherentes a la revolución presentados en publicaciones del New York
Times como opositores.
En cualquier caso,
hacer oídos sordos al grito de las calles nunca es la mejor opción. En efecto,
el gobierno cubano ha anunciado un paquete de medidas para enfrentar la crisis,
entre ellas la liberación de aranceles a la importación de alimentos y
medicinas. Así también, dos medidas económicas para “dinamizar a la empresa
estatal socialista”.
La primera se parece a
un plan de flexibilización laboral que consiste en la eliminación de la escala
salarial, lo que podría asimilarse a la supresión del salario mínimo, bajo el
principio de que “se gana más mientras más riqueza se crea, más eficiente se es
y mientras más se aporte al Estado, con un patrón de razonabilidad y sentido
económico”, señala una publicación de Granma.
La segunda liberaliza
las empresas estatales incentivando el trabajo por cuenta propia y permitiendo
la participación de emprendimientos privados, universidades, centros
científicos y unidades presupuestadas para ser socios en las mipymes estatales con
participación en la gestión y el directorio.
Este es más o menos el
complejo escenario que se vive en La Mayor de las Antillas, con una población
que crecientemente exige para la vida cotidiana nuevas victorias de Playa
Girón.
2 comentarios:
Interesante y muy significativa toda la información que has expuesto. Cuba ¡Cuánta belleza, cuánta cultura! Conocerla, asignatura pendiente.
Cuba, libre en pensamientos (?) y atrapada por el sistema.
Muchas gracias, Julia. La intención fue justamente ofrecer la mayor cantidad posible de información para mostrar la complejidad del tema. Saludos.
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