jueves, 4 de noviembre de 2010

Música, maestro

Grupo Coral de VE




Orquesta de Cámara de VE

Orquesta de Principiantes de VE







Noche de sábado. Nada de las formalidades propias de las salas de conciertos de gala. Luego de afinar los últimos violines, los niños invaden en tropel el tablado de cemento, con pasos precipitados entre risotadas y empellones. El director Oscar Ortellado es uno más entre los violinistas. No es el Uno separado de la sociedad, sino el líder que rige con el ejemplo, trabajando como el resto, sin tarima ni batuta.
El concierto se ha iniciado. Las variaciones de Estrellita del repertorio Suzuki es la primera pieza interpretada por la Orquesta de Principiantes de Villa Elisa, un arrabal de la Gran Asunción que cada tanto aparece en los titulares cuando se incendia algún aguantadero de ordeño de combustible o cuando en la fiebre electoralista los prosélitos de los partidos tradicionales se atacan a pedradas. La ciudad de Petropar, el tráfico de gasolina, el arroyo seco y las poluidas aguas del río Paraguay. Una vez fue tapa. Aquella ocasión en que en circunstancias muy extrañas dos investigados por secuestro aparecen con signos de tortura, aparentemente secuestrados a su vez por policías, en el barrio 29 de Setiembre, uno de los núcleos demográficos más importantes de la ciudad y moteada en homenaje a los héroes de la epopeya chaqueña. Luego nada. Es la ciudad a la que vamos a dormir muchos de los que trabajamos o estudiamos afuera.
Pero esta vez no será noticia. Es un artículo poco apetecible para el supermercado periodístico el estreno de la orquesta de jóvenes y niños de 6, 7 años interpretando a Beethoven, Mozart, Strauss, guaranias sinfónicas  y  versiones en instrumentos clásicos de bandas como Metálica o Mago de Oz.
El escenario no pudo ser peor. Un local partidario cuyo nombre no quiero mencionar, parafraseando a la primera novela distópica  de la literatura moderna y en cuyas páginas repletas de hilaridad muchos sorteamos las monótonas y somnolientas siestas de la otrora Colonia Elisa, fundada por suecos y en cuya memoria fue bautizada la Escuela Reino de Suecia, una de las instituciones más antiguas del país y que en horario nocturno funciona como el Colegio Nacional Villa Elisa.
Decíamos que era un local partidario. Siendo oficialismo en la administración municipal, esta agrupación no muestra indicios de haber sido muy afectado por los embates de la llanura. En toda la ciudad no se cuenta con una sala apropiada para este tipo de conciertos, en tanto el local de la facción gubernativa luce como en las mejores épocas del dictador. El merchandising electoral inunda las calles de costosa e inútil cartelería. Solo falta la leyenda de Paz y Progreso. Además, y a pesar de todo ello, se rindieron homenajes y aplausos a las autoridades del centenario partido por haber cedido “gentil y desinteresadamente” las instalaciones de la... (aquí pitido).  
La big band infantojuvenil se despide con el Himno a la Alegría de Beethoven, que más que nunca rindió tributo a su nombre. Los niños bajan de los escalones que hacen de escenario dejando bajo sus sombras un auditorio conmocionado como cuando Rantés tomó la batuta de la orquesta en Hombre mirando al sudeste, película de Eliseo Subiela. El preludio lo hizo el Grupo Coral de estudiantes de guitarra y canto, bajo la dirección de Orlando Ramírez, interpretando Pacholí, un clásico del repertorio folclórico nacional, con letra de Manuel Frutos Pane y música de  Eladio Martínez.
Luego el Dueto para violín y viola de Mozart con un dúo femenino. En una especie de cita de la cita, o cover del cover, el cuarteto de cuerdas hizo lo propio con Fade to black, One y  Nothing else matters de Metálica, en versión y arreglos de Apocalyptica. A su vez, el quinteto hizo un collage musical interpretando temas como Pensando en ti de Mago de Oz, con letra adaptada al castellano del original en inglés de Dust in the wind de Kansas, y Recuerdos de Ypacaraí. Le sigue otro dueto con la Bourrée de Bach y Minuet in G de Beethoven. 
Un pequeño receso de 10 minutos antes de la segunda parte, con el cierre de la Orquesta bajo la dirección de Blas Vivé, presentando un repertorio polícromo de canciones pop, clásicas y folclóricas.   Sonaron Yesterday de Lennon y McCartney, A mi manera de Frank Sinatra, La pequeña serenata nocturna de Mozart, marchas de Haendel, La Pantera Rosa, etc.

La audición concluyó con dos composiciones de uno de los máximos creadores de nuestra música, Herminio Giménez, con Pirayumi y Despedida. El pueblo de Villa Elisa emocionado apreciaba su polca y su guarania con los sonidos del cello, la viola, el contrabajo y los violines. La globalización que muchos queremos. La del encuentro y enriquecimiento mutuo de los pueblos en un marco de respeto y multiculturalismo. Una integración que no implique subordinados ni subordinantes, ni coerción ni asimilación forzada. Una inserción a la aldea global que garantice la supervivencia del acervo cultural multiétnico, una genuina sociedad plural y democrática. No la globalización de las guerras por el petróleo, el FMI, el terror nuclear y el glifosato.  

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente es extraordinario. Sinceramente los medios deberían dejar de lado los boletines de los grandes centros, que en realidad facilitan el trabajo de los periodistas, y llegar a los lugares que no son muy conocidos pero que desempeñan una labor importante en descubrir y desarrollar valores de nuestros niños que no cuentan con posibilidades de concurrir a los conservatorios tradicionales, sin embargo están dotados de verdadero talento, que no envidia a los "encumbrados" publicitados.
Muy lindo el trabajo!!!!
A seguir golpeando para hacerse escuchar.

Paulo César López dijo...

Así es, aunque la alusión a los medios haya sido una cuestión accesoria, sin embargo a pesar de la mínima referencia que se hace creo que se destacó lo suficiente como para que hayas centrado tu atención en eso. La verdad a veces ya es alevoso cómo la información en cuanto a tal les resulta completamente indiferente, ya que cuando están en embebidos en sus campañas te quitan innumerables tapas con cuestiones que solo le interesan a ellos y llaman opinión pública o información "objetiva" a la promoción de sus rubros empresariales. Yo no intento esconderme detrás del manto de la "objetividad" y la "independencia", pues mis trabajos son abiertamente una interpretación con una postura política clara. En cambio los grandes medios pretenden aparecer con esa posición de observador imparcial, siendo que juegan a favor de un grupo económico muy claro racionalizando un sistema que les es favorable a ellos y unos pocos más. Insisto, sería interesante conocerte, señor anónimo. De mi parte no hay disgusto por tus críticas o diferencias con mi estilo. De eso se trata la democracia.

Anónimo dijo...

felicidades profe...muy ilustrativo para todo no villaliseño el articulo!!y villaliseños también!!jajaja un abrazo...

Paulo César López dijo...

Muchas gracias compañero. La intención era justamente darle ese toque regional pero que al mismo tiempo sea universal. Otro abrazo.
Obs: Un pedido a todos los anónimos. ¿Por qué pio se esconden? Vamos a compartir. Yo no me voy a enojar por más duras que sean las críticas. Saludos.

Sara dijo...

Felicidades Paulo! Muy interesante tu vision y sobre todo el contraste que haces entre 'las pinceladas' de nuestra triste realidad y lo maravilloso de esta Orquesta Sinfonica de Jovenes, que representa para mi la esperanza de cambio y de desarrollo 'a pesar de'. SARA @;)

Paulo César López dijo...

La verdad que no era plenamente consciente de hacer ese contraste. Fue más bien un recurso narrativo de usar descripciones para intentar alejarme de la clásica crónica. Muchas gracias. No lo había pensado. Y es cierto que estos niños lo invitan a uno a seguir soñando y no oxidarse ante "el realismo" o el "pragmatismo".

Kairos dijo...

http://vimeo.com/17754557
ve este video amigo...

Kairos dijo...

gran trabajo todo lo que haces me da una gran admiracion... enorme es tu corazon e infinitos tus caminos esa tecnica que tienes provoca un alud de emociones gramaticales... buen amigo compa?ero y luchador como quiesiera un poco de tu talento. placer escribirte.

Paulo César López dijo...

Gracias, compañero. Finalmente los que jugamos a escribir dependemos de ustedes, quienes leen, para vivir. Saludos y seguro que nos encontraremos de casualidad por ahí en algún oscuro pasillo de la ciudad.

Anónimo dijo...

Muy bien ahi Paulo.
como siempre extenso tu artículo, pero en este caso dio gusto leer porque se trata de nuestra querida Villa Elisa